Hijos de la Medianoche de Salman Rushdie

Acabo de terminar Hijos de la Medianoche de Salman Rushdie (1981) que tenía muchas ganas de leerlo y poderlo juzgar por mi mismo. No es el libro que me esperaba. Creo que en la construcción de la historia deja muchos interrogantes abiertos sin explicación, como tramas colaterales que no se desarrollan. En muchos apartados resulta enrevesado y se necesita al menos conocer a grandes rasgos la historia reciente de India. Lo que más me ha interesado ha sido el intento de conexión de la historia de Saleem y los Sinai con la Historia de la India y Pakistán. No resulta un intento baladí, pero resulta un esfuerzo titánico que a veces fracasa. Resulta necesario establecer otras conexiones que permitan una mejor comprensión del libro. El subcontinente Indio es lo suficiente complejo para tratarlo de compilar en una sóla novela de este tipo, pero proporciona claves muy interesantes para comprenderlo. Me sorprendió que Salman Rushdie para dar a conocer a la India utilizase una perspectiva de una familia Islámica.

Breve sinopsis de Hijos de la medianoche de Salman Rushdie:

Ésta es la historia de Saleem Sinai, nacido en Bombay al filo de la medianoche del 15 de agosto de 1947, en el momento mismo en que la India, entre fuegos artificiales y multitudes, alcanza su independencia. El destino de Saleem queda inexorablemente unido al de su país, y sus peripecias personales reflejarán siempre la evolución política de la India o serán reflejadas por ella. Es la historia de un hombre dotado de facultades insólitas pero también la de una generación y la de una familia, lo que la convierte en un retrato completo de toda una época y una cultura. Ganadora del prestigioso premio Booker of Bookers, Hijos de la medianoche constituye una asombrosa novela que combina magistralmente magia y humor, compromiso politico fantasía y humanidad.

Salman Rushdie retrata en “Hijos de la medianoche” la creación del estado de India, la partición con Pakistán, y posteriormente el nacimiento de Bangladesh. Mezclando acontecimientos históricos, realismo mágico e ironía política, Rushdie arrastra al lector con avidez hasta la última página de la novela, sin dejar de ser exhaustivo y minucioso en las descripciones.

Un trabajador de una fábrica de encurtidos de Bombay relata en primera persona cómo su destino ha ido desde su alumbramiento ligado al de su país. Nacido, como otros 1001 niños, en los primeros minutos tras las campanadas de la medianoche del día en que India dejaba de ser colonia británica –el 15 de agosto de 1947-, la historia y evolución del país no dejará de perseguirle, su vida será una alegoría de la situación de India en cada momento.

La biografía de Saleem Sinaí tiene mucho en común con la de Salman Rushdie. Pero la fantasía, tan bien entrelazada con la realidad, lleva al personaje mucho más allá. Saleem, nacido en una rica familia de origen punjabí, puede conectar telepáticamente con todos los 1001 “hijos de la medianoche” y así descubre que todos ellos, de una u otra forma e intensidad, tienen un don mágico. En su caso, además de poder comunicarse con todos los demás, posee un olfato fuera de lo común.

A través de este gran relato que Sinaí explica mientras escribe sus memorias descubrimos con todo detalle la fascinante historia de India desde dentro, pero también la de Pakistán y Bangladesh, ya que Sinaí, involuntariamente, acaba participando en los principales acontecimientos de todos ellos, desde la partida de los británicos con la descolonización hasta las diversas guerras que acaban configurando las fronteras entre estos tres nuevos países.

Hijos de la medianoche”, la gran novela de Salman Rushdie que le catapultó a la cima del éxito literario con su publicación en 1981. Esta novela ha recibido en 2008, por votación popular, el premio a la mejor ganadora del Booker Prize de literatura inglesa en los 40 años de historia de este galardón.

2 comentarios (+¿añadir los tuyos?)

  1. Nacho
    May 09, 2012 @ 01:01:13

    Hijos de la medianoche,…comencé su primera lectura durante mi segundo viaje a la India, en 1985. Y me ayudó a entender un poquito, sólo un poquito, toda la sabiduría que retienen los escupidores de betel.

    El pasado año, de vuelta a la India, no me olvidé de guardar el libro en la maleta. Releyendo la novela, creía sentirme un poco más cerca de la magia con la que se creó la India, y que transmite la prosa de Rushdie. Me equivocaba. La India, como la novela, muestran realidades oníricas de lo que pudo ser, de lo que no es, y de lo que se espera.

    El contexto histórico del nacimiento de la India es, creo, un accidente efímero para ilustrar la complejidad del crecimiento humano.

    Al margen de la Historia, me gustan las pequeñas historias de esos personajes que aparecen, y desaparecen, y te dejan los olores de sus calles, de sus casas y de sus comidas. Y me gusta, sobre todo, entrar en la vida de la India a través de las miradas de cada uno de los protagonistas.

    Creo que necesito volver a leerla. Y recuperar muchos pequeños detalles que olvidé de esta gran novela.

    Responder

    • sildavia9
      May 09, 2012 @ 09:25:27

      Muchísimas gracias por tu aportación que es francamente enriquecedora. Yo nunca he estado en la India, pero me gustaría muchísimo ir y conocerla, aunque sabiendo que me quedaría un poco en la superficialidad.
      Reitero mi agradecimiento porque me permite entender un poco más la novela e India.

      Responder

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Sildavia9

Estadísticas del blog

  • 511.083 visitas