“Esto es así, aquí y en Vladivostok!”, es una expresión que me ha recordado María Jesús que decía su padre para afirmar lo incuestionable. (Hoy la entrada está dedicada a ella). Como no podría ser de otra manera, estamos buscando algunas de esas evidencias, esas certezas, para continuar soñando. Algunas las estamos encontrando. Seguramente no podremos hallar todas, pero seguiremos construyendo sobre el incierto camino del futuro. Aunque debo decir que aquí en Vladivostok nos aparece la luminosidad de los días que están por venir.
Vladivostok resulta siempre para nosotros un lugar mítico por muchas razones, y máxime ahora.