El poder del perro [The Power of the Dog] de Jane Campion es una película de otra época por la temática, una película del oeste es el siglo XXI, y el tempo y la música, que me retrotrae a aquellas películas que veíamos de Arte y Ensayo, y no es para menos porque la autora es Jane Campion, aquella directora que nos conmovió con El Piano; pero en verdad es muy actual en todos los sentidos porque trata de emociones y sentimientos, además de dibujar unas imágenes realistas que se nos están olvidando en la retina. Una historia tremenda contada desde la sensibilidad y la rudeza a partes iguales, pero con una calidad indiscutible. Benedict Cumberbatc al que llevamos siguiendo los últimos años con amplio abanico de registros aquí está sencillamente deslumbrante y muy creíble en el personaje de este vaquero con una lucha interior descarnada. Todo lo bueno que le pase a esta película estará bien.
Montana, 1925. Los acaudalados hermanos Phil (Benedict Cumberbatch) y George Burbank (Jesse Plemons) son las dos caras de la misma moneda. Phil es impetuoso y cruel, mientras George es impasible y amable. Juntos son copropietarios de un enorme rancho donde tienen ganado. Cuando George se casa con una viuda del pueblo, Rose (Kirsten Dunst), Phil comienza a despreciar a su nueva cuñada, que se instala en el rancho junto a su hijo, el sensible Peter (Kodi Smit-McPhee).
