Los guardianes del Louvre de Jiro Taniguchi es otra vuelta se tuerca más en la histoira de este grandísimo autor del mundo del TBO/Manga/Cómic.
Después de Barrio lejano y El alemanaque de mi padre, ¡aquí tenemos el nuevo gran relato de Jiro Taniguchi! Después de pasar un mes en el museo del Louvre, en mayo de 2013, firma un relato en colores directos lleno de delicadeza, una travesía temporal y artística en la que descubrimos figuras tutelares, familiares y desconocidas… ¡los guardianes del Louvre!
En Los guardianes del Louvre, Taniguchi nos cuenta la historia de un dibujante de manga (él mismo) que llega a París tras participar en el salón del cómic de Barcelona. Tras sufrir una extraña fiebre, decide visitar el Museo del Louvre donde conocerá a los espíritus que guardan su importante legado artístico. Unos espíritus entre los que destaca la encarnación de Niké de Samotracia, la famosa estatua que corona las escalinatas centrales del museo (La Victoria de Samotracia).
Con ella como guía descubrirá el auténtico corazón del museo y a sus guardianes. En un periplo que oscila entre el sueño y la realidad. Y que le llevará a una encrucijada entre una tragedia colectiva y una historia personal de pérdida.

El dibujante también visitará otros museos parisinos donde se encontrará con los espíritus de famosos pintores a los que admira y que le harán ver el arte de otra manera: el impresionista Vincent Van Gogh (1853-1890), los pintores paisajistas Antonio Fontanesi (1818-1882) y Jean-Baptiste Camille Corot (1796-1875) y el japonés Asai Chû (1856-1907). A los que se suma el escritor Tokutomi Roka (1868-1927), que fue el que introdujo a Corot en Japón y el escritor Saint-Exupery (El Príncipito).
También es un homenaje a los otros guardianes del Louvre, los que trasladaron las obras del Museo antes de la ocupación Nazi, encabezados por Pierre Schommer. Un equipo que realizó un trabajo titánico para esconder las principales obras de arte de Hitler y que logró salvarlas del expolio y de los desastres de la guerra.

Y por último, es una preciosa historia de amor, no sólo de amor al arte, sino una declaración de Taniguchi al amor de su vida.
Al término de un viaje colectivo a Europa, un dibujante japonés hace una etapa en solitario en París, con intención de visitar los museos de la capital. Pero, postrado en la cama de la habitación de su hotel por una insidiosa fiebre, se encuentra confrontado ante todo a una forma de soledad absoluta, la de los que sufren en tierra extraña, privados de cualquier recurso inmediato en el corazón de lo desconocido. Aprovechando la pequeña tregua que le da su enfermedad, lleva a cabo su proyecto y se pierde en los pasillos abarrotados de gente del Louvre. Muy pronto descubrirá facetas insospechadas de este museo-mundo, yendo al encuentro de obras y de artistas de diversas épocas, en un periplo que oscila entre el sueño y la realidad, que le llevará, para terminar, a una encrucijada entre tragedia colectiva e historia personal. Con este álbum en forma de viaje interior, Jirô Taniguchi nos invita a una travesía temporal y artística, en la que descubrimos el alma de ese lugar, bajo la dirección de algunas figuras tutelares, familiares o desconocidas… Pues el Louvre tiene guardianes.

