La fórmula preferida del profesor de Yoko Ogawa

La fórmula preferida del profesor de Yoko Ogawa (1962) es un libro sorprendente y tierno, que entras por la sorpresa de las matemáticas, te introduce en el mundo de las memorias rotas, aunque te deja con la emoción de la amistad entre un niño de 8 años y un viejo profesor, pero sobre todo con el trabajo bien hecho y la dedicación adnegada de la asistenta que sabe tejer los hilos que fraguan estas relaciones complicadas por lo inusual. Me gusta especialmente las reflexiones matemáticas de los números y las formulas hermosas, las conexiones invisibles entre los números, y por supuesto de la belleza de las matemáticas.

Una novela optimista que genera fe en el alma humana, contada con la belleza sencilla y verdadera de un «larguísimo» haikú.

«Mira qué maravillosa sucesión de números. La suma de los divisores del 220 es igual a 284. Y la de los divisores de 284, igual a 220. Son números amigos. Son una combinación muy infrecuente, sabes. Fermat o Descartes sólo lograron descubrir un par, cada uno de ellos. ¿No te parece hermoso? ¡Que la fecha de tu cumpleaños y el número grabado en mi reloj de pulsera estén unidos por un lazo tan maravilloso…! »

El argumento se centra en la historia entre un antiguo profesor de matemáticas con una extraña enfermedad, a raíz de un accidete, en la que sólo recuerda los últimos ochenta minutos de su vida; una madre soltera que entra a trabajar como asistenta del huraño maestro y el hijo de ésta, al que el hombre le pone como apodo Root (raíz cuadrada en inglés). Entre ellos surgirá una magnífica historia de amistad y transmisión de conocimientos a raíz de las matemáticas que nos abrirá los corazones de estos tres personajes de tan diferente índole y carácter con momentos dramáticos pero también otros entrañables y divertidos que hacen del libro un apetecible escrito de lectura rápida. Con una escritura ágil y muy rápida, se nos presenta la oportunidad de leer, uno de los grandes éxitos de la literatura japonesa del siglo XXI. Editado por luna pequeña editorial, Funambulista, nos lleva a descubrir a una de las más célebres escritoras del lejano oriente, que tiene otros libros como: La niña que iba en hopopótamo a la escuela, La residencia de estudiantes o Perfume de hielo. En resumen, es un libro muy fácil de leer pero que deja un poso imborrable.

Sildavia9

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